Los juegos sensibilizadores son aquellos que hacen que los participantes vivan de una manera lúdica las limitaciones de las personas con dificultades (en este caso visuales) y tomen conciencia de la realidad que viven a diario.
Se trata de experimentar y vivenciar los problemas que encuentra la persona con discapacidad en la vida cotidiana y valorar sus capacidades.
Con estas actividades conocemos mejor nuestro propio cuerpo, sus posibilidades y limitaciones. Utilizamos el oído y el tacto. El compañero nos guía, nos dice por dónde debemos ir. Tenemos que confíar en él plenamente. Este es otro aspecto fundamental: desarrollamos la confianza en los demás.
También trabajamos la lateralidad: es fundamental a esta edad tomar conciencia del lado dominante, y utilizar ambos lados del cuerpo.
Una adecuada estructuración del esquema corporal va a influir enormemente en el resto de aprendizajes.
Aquí tenéis unas fotos donde se ve el trabajo que hemos estado haciendo estos últimos días: